Aborto inseguro
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los abortos se clasifican en seguros e inseguros. Para la OMS un aborto inseguro es el procedimiento realizado por personas sin la capacitación necesaria, en un entorno que no se ajusta a los estándares médicos.
Los centros clandestinos tienen anuncios sobre “atraso menstrual”, te citan en una esquina donde una persona te lleva a la supuesta clínica. Las personas que practican abortos inseguros se basan en cualquier método que “garantice” la expulsión del embrión, sin importar las consecuencias para la salud de las mujeres.
Medidas inseguras en centros clandestinos
- • Desconfianza sobre las capacidades del personal
- • Escasa higiene general
- • Instrumentos sin esterilizar
- • No utilizan instrumentos descartables (como jeringas y guantes)
- • No tienen residuos separados para descartar material biológico
- • No cuentan con el instrumento para realizar AMEU
- • Proponen técnicas como el raspaje, o curetaje
- • No ofrecen analgésicos, o anestesia local
Medidas inseguras en casa
- • Tomar bebidas hechas con detergentes como lejía, azul de metileno, etc.
- • Tomar bebidas o introducir hierbas o plantas en la vagina que “provocan la menstruación” como jengibre o kión, menta, perejil, ajo, tilo, ruda, etc.
- • Saltar desde la escalera o la cama.
- • Golpear el vientre o presionarlo muy fuerte.
- • Introducir objetos en el útero, como cucharas, lápices, cuchillos, ganchos de ropa, etc.
Obstáculos en el acceso a un aborto seguro
Según la OMS las mujeres, incluidas las adolescentes, con embarazos no planificados suelen recurrir al aborto inseguro. Los obstáculos para acceder a un aborto seguro incluyen:
- • Legislación restrictiva
- • Poca disponibilidad de servicios
- • Costos elevados
- • Estigmatización
- • Objeción de conciencia del personal sanitario
En los países en los cuales el aborto está restringido, las mujeres que se encuentran en mayor peligro de someterse a un aborto inseguro son aquellas que no tienen los medios para pagar un procedimiento seguro, ni los contactos para acceder a un/a profesional capacitado.
La OMS estima en que cada año, unas 5 millones de mujeres ingresan en hospitales como consecuencia de un aborto peligroso y más de 3 millones de mujeres que han sufrido complicaciones a raíz de un aborto peligroso no reciben atención médica.
Por lo tanto, la clandestinidad es una realidad que afecta a todas aquellas que tengan que enfrentar un embarazo no planificado. Sin embargo, las mujeres que carecen de recursos económicos son las más expuestas a enfrentar riesgos para su salud como infertilidad, infecciones y hasta la muerte. Además de tener que enfrentar sanciones legales y criminalización por parte del sistema de justicia.