La situación en la que se encuentra el continente respecto a los Derechos Humanos, en especial los Derechos sexuales y Derechos
Reproductivos es especialmente crítica, debido al aumento de grupos antiderechos en los espacios de decisión política y los Gobiernos
laicos, solo en el papel, quienes negocian para no perder los privilegios que implican vivir en un mundo machista.
En el continente se estima que el 97% de mujeres en edad reproductiva vivimos en países donde el aborto está restringido, llegando a estar completamente prohibido, lo que nos expone a espacios clandestinos e inseguros, a pesar de todas las leyes que criminalicen las
decisores sobre nuestras cuerpas.
Si bien la realidad varia de país a país, compartimos ciertas características a lo largo de todos los países que conformamos América Latina,
algunos de estos son la criminalización del derecho a decidir, el gran tabú hacia hablar de sexualidad y la ceguera crónica hacia la VBG. En
esta ocasión nos centraremos en el tema de la legislación sobre el aborto en nuestro continente.
Reconociendo los avances que hemos tenido gracias a la marea verde de las feministas argentinas, que nació por el 2005 y que se ha extendido al mundo entero.
Las causales y las leyes
Entre las leyes de nuestro continente la mayoría se organiza en base a causales que permiten una interrupción voluntaria del embarazo
(IVE) a las mujeres, pero estas no siempre se cumplen en la realidad debido a las barreras institucionales y sociales que el personal de
salud impone para evitar que se cumpla la IVE legal.
Entre las causales más comunes tenemos estas tres:
1. En casos de violación sexual
Se permite cuando la mujer ha sido victima de violación sexual y en la mayoría de países el proceso se realiza después que esta ha presentado una serie de pruebas legales, que revictimizan y generan daños permanentes en su salud integral.
2. Malformaciones incompatibles con la vida
En esta causal se incluyen todas los casos médicos en los que el producto o feto no tiene posibilidades de sobrevivir fuera del útero o culminar el embarazo. Entre estas están la anencefalia, que se presenta cuando el feto no desarrolla la masa gris del cerebro.
Estos embarazos deben llevarse a término para evitar que la persona que este llevando el embarazo sufra un trauma mayor para la persona que está llevando el embarazo.
3. Cuando está en riesgo la vida de la madre o persona gestante
Es el llamado aborto terapéutico, usado en casos donde la vida de la madre está en riesgo o puede sufrir un daño permanente en su salud.
Si bien tanto las mujeres como los hombres trans y las personas no binaries AMA tienen capacidad de gestar, las leyes no contemplan esta diversidad de realidades en el aborto, y solo se centra en las mujeres.
Países que solo aceptan el aborto terapéutico
En Venezuela, Guatemala, Paraguay, Perú y Costa Rica solo está permitido el aborto terapéutico; es decir, por indicaciones médicas.
Restringiéndose e incluso penalizando todas las demás formas de ejercer el derecho a decidir.
Si bien en muchos países esta causal solo especifica salvaguardar la integridad de la madre, en nuestro país se establece uno de los
protocolos más restrictivos, al fijar solo 11 causales, de las cuales 10 son cuadros médicos muy específicos y la causal 11 llamada la causal
de «salud mental», que es usado como una puerta trasera para acceder a un aborto terapéutico a miles de niñas y mujeres que lo requieren
pero que no calzan en esas causales.
Países con dos causales
Por otro lado, existen algunos países del continente que aceptan las dos primeras causales mencionadas en el apartado anterior, entre
estos países están Panamá, Ecuador y Bolivia. Países que no tienen una alta visibilización de grupos antiderechos, por lo que se
encuentran en un punto medio entre los países con leyes más progresistas y los países autoritarios.
Países que tienen las tres causales y más
Entre los países con una legislatura y gobiernos más flexibles con el tema están Argentina, de donde nació la ola verde por la despenalización; Chile, con su activismo feminista muy potente; Colombia, que no se queda atrás con los avances en DDHH y Brasil, a pesar de la gran fuerza que han tomado los grupos antiderechos y evangelistas en ese país, representados por el presidente Bolsonaro.
Los lunares verdes
A pesar de la difícil situación social, política, económica y recientemente de crisis sanitaria que atraviesa el continente existen casos que
desde hace muchos años marcan una gran distancia con respecto a la legislación de DDHH en el continente. Entre estos países están:
Cuba, que fue el primer país es AL en declarar el aborto legal hasta las 12 semanas, que además tiene las tasas de mortalidad materna más
bajas de la región, al igual que los abortos clandestinos son casi inexistentes. Demostrando que los argumentos de grupos antiderechos
son totalmente falsos y sin fundamentos reales.
Uruguay es otro lunar en el continente, no solo porque se caracteriza por una estabilidad política y social, sino porque su postura frente al
aborto es la legalización desde 2013, lo que vino acompañado de otras políticas y leyes progresistas a favor de la población.
El Estado Federal de México y el estado de Oaxaca, que permiten la interrupción voluntaria hasta la cierta cantidad de semanas, si bien
existen ciertas figuras de aborto legal en los otros estados, la realidad es que los grupos antiderechos están avanzando y haciendo
retroceder a los derechos ya conquistados.
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