“Stealthing”: Los machos y sus violencias

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El Stealthing es la práctica de retirar el condón durante la penetración sin el consentimiento de la otra persona, siendo una práctica de abuso sexual que en algunos países ya se considera como un delito legal.

“Abuso sexual”… ¿En serio es grave?

Si, un rotundo si.

Aunque nos parezca drástico el término “abuso sexual” porque tenemos la idea que la agresión o abuso implica una tragedia, con mucha violencia física o explicita y demás, no siempre es así.

Y es que cuando consensuamos tener un encuentro sexual con otra persona se establecen reglas y límites (explícitos o no), uno de ellos es el uso de un método anticonceptivo como el condón. Por lo que al retirarlo sin permiso explicito de la otra persona, estás rompiendo la confianza y vulnerando a la otra persona.

Ya que esa persona está poniendo su confianza en el hecho que respetarás que acordarás protegerse de un embarazo no deseado y una ITS (Infección de transmisión sexual) al usar el condón, lo que le permite disfrutar del acto, al estar segura.

Pero con condón no es igual, pues

Es uno de los grandes mitos en torno al acto sexual penetrativo, pero el placer y las sensaciones tienen que ver mucho más con las ideas y pensamiento, que con la sensibilidad del pene.

Y esto porque el mito que el condón reduce la sensación de placer está tan interiorizado, que las personas con pene (en su mayoría hombres) obligan o imponen su placer antes de pensar en su seguridad y el placer – cuidado de la persona con la que están teniendo sexo.

Como es el caso del tiktoker Naim Darrechi, quien se sintió muy campeón al “bromear” con el hecho que engañaba a las personas con las que tenía sexo para no colocarse condón.

En este y muchos casos el tema tiene que ver más con la sensación de placer que tiene el imponerte frente a la otra persona más que con el placer de la relación sexual, lo que nos guste o no reconocerlo y decirlo, es un acto machista y violento.

¿Tiene consecuencias?

Si, tanto físicas  como psicológicas, ya que no solo hablamos de la posibilidad de un embarazo no planificado o no deseado (y la posibilidad de un aborto) o la transmisión de una ITS (Infección de transmisión sexual). Sino la preocupación y miedo que causa en la otra persona.

Además de la miedo, enojo y un largo etc de sensaciones o emociones que puede generar enterarse de esto, las veces en las que se nos podemos dar cuenta. A lo que le sigue un sentimiento de frustración porque se sabe que no se obtendrá alguna forma de justicia, porque se cae en el “la palabra de uno, frente al otro”.

Por eso, es importante entender el CONSENTIMIENTO explícito en todas las prácticas sexuales y respetar los límites de la otra persona, antes de buscar satisfacerme solo a mi.