El «ídolo» Maradona, su muerte y el feminismo

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Pocas cosas en la historia han hecho que se creen discusiones tan radicales dentro de los movimientos feministas, una de ellas fue la figura

y lo que Maradona significó para miles de personas en el mundo; incluyendo su muerte y todo lo que ese dolor que significa la ironía de su

muerte en una fecha conmemorativa como el 25N.

Existen dos posturas principales ante este fenómeno social, porque si, su vida, las violencias que ejerció y los logros que alzó se han

convertido en un fenómeno que ha causado revuelo en el mundo y sobre todo en su continente y país. Desde quienes se van al extremo del

negarlo totalmente como persona y reducirlo a los casos de violencia que ejercicio, como quienes buscan invisibilizar que era un agresor y

lo exaltan como un gran ídolo, del que no debe hablarse para nada malo.

 

El feminismo es un conjunto de movimientos sociales tan diverso como las personas que lo componen, quienes se vieron cuestionadas por

este hecho, sobre todo las feministas argentinas, quienes en muchos casos han sido consideradas las pioneras o el movimiento feminista

más fuerte de Latinoamérica; pero también una de las hinchadas más fieles  a Maradona y todo lo que significa.

 

Maradona como ídolo futbolístico

Maradona no solo fue un gran futbolista que jugó y sobre todo ganó con talento y esfuerzo la fama de la que gozó, sino que representó

para toda una generación (y sus descendientxs) ese rayo de esperanza para una golpeada Latinoamérica por la crisis, la corrupción y los

golpes de estado, un continente que durante los 60 y 70 vivió convulsionadas y constantes crisis generalizadas, a las que se sumo una gran

masa poblacional empobrecida por sus gobiernos y el cambio de sistema económico.

 

Y ante todo esto, un muchacho de barrio, que salió de lo más bajo de un pueblo argentino y llegó a la cima por medio de una pelota y

talento que se formo en las calles; una esperanza que salir por medio de algo a lo que todos los muchachos (y más adelante muchachas/xs)

podían tener: Talento para el Fútbol.

 

Por eso Maradona no solo es un ícono futbolista, es la encarnación de muchas generaciones que crecieron con esta esperanza como lo

único positivo en sus vidas, que le enseñaron y conectaron con sus hijxs por medio de sus partidos, de sus goles y victorias. Por ponerse

al frente contra potencias como Italia y ganarles con la pelota en la cancha, algo que en otros campos de juego Latinoamérica jamás

hubiera podido conseguir.

 

Un ídolo y un violentador

A pesar de todos los éxitos y goles de este señor, algo que jamás se podrá borrar era que así como encarnó la esperanza de toda una

generación, también encarno un ejemplo de la cultura de violación y estereotipos de género, de las paternidades irresponsables, de la

violencia basa en género y de la cultura patriarcal.

 

Denuncias por violencia por parte de casi todas sus parejas «formales», sea por violencia psicológica, agresión sexual o violencia

económica; denuncias para el reconocimiento de su paternidad por diferentes personas de diferentes partes del mundo; una denuncia por

parte de una reportera rusa por agresión sexual; presuntos casos de pedofilia y comentarios machistas hacia la comunidad LGTBQ+

 

Por mencionar algunos de los casos de violencia basada en género en los que se vio involucrados, un hombre que consciente y con todo el

conocimiento sobre lo que decidió hacer, un hombre que causo incontables daños a nivel físico, emocional y psicológico en las personas

que ataco y su entorno cercano.

 

Feminismo o Femistrómetro

Como mencionamos al inicio, Maradona puso en jaque mate al movimiento feminista ya que la despedida ante su muerte por diversas

figuras feministas argentinas llevó al debate de si realmente se puede ser feminista y despedir a un hombre que no solo fue una figura del

futbol mundial, sino un violentador.

 

Pero, acaso la vida no está llena de contradicciones y eso no es una justificación, para decir que esta bien apañar a alguien porque es

contradictorio con nuestro discurso, pero el feminismo no es una santa inquisición, donde una moral ciega y religiosa nos indica como

pensar, actuar y creer; y donde o piensas de acuerdo a la norma moral o dejas de ser parte de esa comunidad feminista, pero que ser

humano puede tener una certeza totalmente ciega sobre sus discursos.

 

Tenemos creencias, discursos, pero también somo parte de todo un sistema de creencias más grande que nosotrxs y al que no

renunciamos por el hecho de ser o no ser feministas, por ser o no ser activistas, por ser o no deconstruidxs; el feminismo es libertad de

creencia y acción, es cuestionar ídolxs, instituciones, personas, nuestra forma de vida y la de nuestro entorno; pero acaso le cerramos la

puerta de nuestras vidas a nuestros familiares, amiguxs, parejas que no siguen al pie de la letra el «manual de la buena feminista»?

 

No verdad?, porque somo humanxs y no podemos evitar tener sentimientos encontrados ante un hecho así… Maradona no era un ser

perfecto y nada borrará que fue un agresor, pero tampoco borrará que para muchas personas significa un buen recuerdo junto a su familia

o la esperanza de poder salir del barrio.