La Menstruación… ¿Un secreto a voces?

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La menstruación es algo con lo que vive la mitad de la población, todas las personas que tenemos un útero (seamos «mujeres» o no)

atravesamos por la menstruación aproximadamente por tres tercios de nuestra vida, todos los meses pasamos por esta experiencia; pero

realmente es una vivencia de la que podemos hablar y compartir o por el contrario debemos ocultarnos y vivir temerosas/xs para que

nadie se de cuenta que andamos con la «regla».

 

A pesar que la menstruación no es una vivencia que compartimos solo las «mujeres», nos referiremos en femenino en este artículo, sin dejar de reconocer que los hombres trans y las personas no binaries AMA también conviven con ella…

A pesar que TODAS las mujeres pasaremos por la experiencia de la menstruación, nunca se nos habla o enseña sobre ella, siempre

debemos esperar a que «llegue» por primera vez para que en casa nos hablen de ella entre miedos y susurros. Diciéndonos que nos hemos

«convertido» en mujeres (como si antes fuimos otra cosa, no?), que ahora podemos ser mamás (si, el sueño de todas, verdad?), que ahora

nuestra vida cambiará y debemos cuidarnos para no «meter la pata» (si, porque un embarazo involucra a solo una persona, ja).

 

No recibimos educación menstrual que nos ayude a sumirla como un proceso natural y propio de nosotras, una vivencia que no debe ser

mala, dolorosa, ni la peor cosa que te pasa por ser mujer; sino como un ciclo que es de nuestra vida, con el cual teniendo la información

correcta y sobre todo las redes de apoyo necesarias, es una experiencia confortable e increíble.

 

El ciclo menstrual y la menstruación, son parte de nuestra vida y no va a desaparecer, pero es muy peligroso que la gran parte de la

información que tengamos como ella vengan de los mitos y prejuicios con los que crecemos; ideas que nos dicen que la menstruación es

sucia, es impura, está mal o es una cosa mala que tenemos que soportar.

 

Pero la idea no es romantizarla como la experiencia más genial del mundo y que es color de rosa, porque NADA es así de sencillo; muchas

mujeres tienen periodos menstruales realmente dolorosos o problemáticos y no tienen acceso a tratamientos o si quiera a un diagnóstico

oportuno, ya sea porque no hay investigaciones sobre esos cuadros médicos, porque no tienen recursos económicos para poder costear las

consultas y medicinas o por cosas que parecen tan simples como no saber que es normal y que no durante mi ciclo menstrual.

 

Esto nos lleva a vivir diferentes circunstancias de violencia; a vivir una pobreza menstrual, que se ve reflejada en circunstancias como no

encontrar toallas higiénicas disponibles para cambiarnos, el no poder decir abiertamente que debemos retirarnos al baño para

cambiarnos, que debamos aguantar los dolores y malestares mientras debemos cumplir con las labores diarias en el trabajo, casa,

estudios, etc.

 

Como cosas más graves como la experiencia de mujeres en Asia o África que son aisladas durante el periodo de menstruación y no

cuentan con implementos de salud, lo que puede generar infecciones y enfermedades; esto a raíz de creencias misóginas que plantean a la

menstruación como algo impuro y malo, que infecta a todo quien esté en contacto con ella.

 

Y puede que la información y cosas como hablar abiertamente sobre el cuidado y la salud menstrual solucionen todos estos problemas,

pero que tal si tomamos ese primer pase para conseguir que en nuestras sociedades vivamos una menstruación libre y consciente.